Arturo García Pavía, responsable del proyecto de Educación Bengbis escribe esta carta a todos las madrinas y padrinos del Hogar Infantil de Adjoli, hablando sobre la educación de las niñas y recordando a Mamá Lilian.
Queridos padrinos y madrinas,
Os escribimos una vez más para contaros la evolución de la vida y los estudios de los niños y niñas del Hogar Zerca y Lejos. En esta carta, quiero centrarme en hablaros de los estudiantes de secundaria. Hace unos días cayó en mis manos un artículo que afirmaba lo siguiente: “cuando las niñas van a la escuela hasta la adolescencia, los países mejoran, se hacen buenos para vivir y convivir”.
Esta afirmación, junto a otras muchas que ponen en valor la educación de las mujeres, nos hace reflexionar sobre la necesidad de apostar al máximo por conseguir que las niñas y adolescentes de nuestro Hogar Infantil continúen sus estudios. Eso será bueno para ellas en primer lugar, pero será mejor, como dice la frase, para todo el país. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de muchos (gobierno camerunés, asociaciones, ONGs como la nuestra…) la realidad es que el camino educativo de las niñas está lleno de trabas. Si en Bengbis ya es difícil para un estudiante cualquiera (niño o niña) poder continuar con sus estudios, imaginaos lo complicado que es para un estudiante pigmeo. Y si conseguís imaginarlo, ahora multiplicarlo por diez para estar cerca de entender de lo difícil que es para una niña pigmea poder estudiar y continuar con su aprendizaje.
En el proyecto del Hogar Infantil llevamos años intentando poner el foco en conseguir que las niñas que acaban la primaria, continúen con sus estudios de secundaria en los centros con los que colaboramos. Es muy difícil, aunque cada año desde el 2005 vamos consiguiendo pequeños avances. Este año 2018-2019 eran 13 las alumnas que estudiaban secundaria en Yaoundé. Con un coste aproximado de unos 1.000 euros al año cada una de las matriculas (manutención, materiales, ropa, alojamiento, escolarización.), nos supone un gran esfuerzo, que logramos asumir gracias a vuestras cuotas periódicas. El rango de edad de las 13 niñas es amplio: Ndoum Collete está cerca de acabar la secundaria (sería la primera niña pigmea que lo consigue) y Christelle , et, d’un autre côté, Varelle acaban de comenzarla. Entre medias hay niñas en casi todos los cursos.
Masis Jeanne, que cursaba 4º de Secundaria, dio a luz a un varón en el mes de febrero. No va a poder terminar el curso escolar, y ha vuelto a Bengbis con su familia y el bebé. Esperamos que pueda y quiera retomar los estudios el año escolar próximo, y si es así, estaremos a su lado para apoyarla.
Nnanga Anastasie, que cursaba 5º de secundaria, fue diagnosticada de tuberculosis en diciembre, y ha tenido que dejar los estudios durante dos meses para recibir el tratamiento. Ya está en condiciones de retomar las clases junto a sus compañeras. A pesar de no haber podido ir a clase en todo el segundo trimestre, se presentó a los exámenes parciales, y los ha aprobado. Así que podéis imaginaros el orgullo y la satisfacción que ella misma siente, y nosotros por poder acompañarla.
Ellas se saben pioneras y son conscientes de que todo Bengbis las observa y espera de ellas grandes resultados. Y por ello no quieren desaprovechar la oportunidad, quieren comerse el mundo. De hecho, Varelle, una de las que ha empezado este año, ha recibido un diploma como la mejor de su clase en este segundo trimestre. Podéis imaginaros el escenario: una niña de 13 años, que nunca había salido de Bengbis, y viene por primera vez a Yaoundé, la capital, a estudiar en un internado con niñas de todos los orígenes y condiciones. Todas sus compañeras proceden de un nivel socioeconómico mucho mejor que el suyo. Y ella es la mejor de su clase.
¿Eso qué significa? Seguramente es una niña muy lista, pero el trabajo que se hace en el Hogar de Bengbis, y la seriedad y constancia con la que se trabaja en el colegio de primaria de Bengbis, se refleja en estas pequeñas “anécdotas” que ahora os cuento.
En cuanto al Hogar de Bengbis, en el que están internados este año 153 alumnos, hemos podido instalar las placas identificativas en honor a Lilian Pellegrin y Gerard Swinkels, los dos misioneros que comenzaron con esta idea allá por 2003. Gerard Swinkles falleció en 2004, y en aquel momento el Hogar apenas contaba con 7 alumnos. Bajo el liderazgo de Lilian el Hogar creció hasta las 150-160 plazas que tiene a día de hoy. Ella sentó las bases del sistema que tenemos, y nunca podremos agradecerle lo suficiente su dedicación a la población de Bengbis. Como sabéis, falleció en 2013, y sirva esta placa en honor a ella como el reconocimiento que nunca pidió.
Ahora que entramos en la parte final del año escolar, el tercer trimestre, es momento también de comenzar a preparar el próximo curso escolar. Queremos seguir ofreciendo la posibilidad a 150 niños y niñas pigmeas de hacer la primaria en buenas condiciones, para que puedan convertirse en los actores del desarrollo del mundo que les espera. Continuaremos con las becas de secundaria, en las que esperamos poder seguir poniendo el énfasis en la educación de las mujeres, y ojalá sean cada vez más las que demuestran su enorme valor.
Y seguiremos con la gestión y mejora de la educación en el colegio de primaria de Bengbis, donde estudian 250 niños y año tras año sigue cosechando los mejores resultados de la región en las evaluaciones. Su directora, Nga Messi Veronique, nos sorprende cada día con nuevas iniciativas y talleres para dinamizar el monótono sistema educativo del país. Este año ha puesto en marcha unos talleres de lectura que han sido muy bien acogidos por profesores y alumnos. Una vez más nos demuestra su buen hacer y las ganas que tienen los profesores y profesoras del Colegio de Primaria de Bengbis por contribuir al desarrollo de las generaciones venideras. La mejor estrategia para que las cosas funcionen, es contar con gente motivada que dispone de los medios para hacer bien su trabajo.
Todo esto es posible gracias al trabajo diario de los educadores, educadoras y responsables del proyecto, que lo sienten como suyo y ponen todo su empeño en conseguir los buenos resultados de los que os hablo. Y gracias, como no, a todas las personas que aportáis vuestro grano de arena para que el cambio en la población pigmea en particular, y en Camerún en general, sea una realidad.
Un saludo cordial desde Camerún, y de veras gracias por hacerlo posible.
Arturo García Pavía. Voluntario de Zerca y Lejos ONGD y responsable de Educación Bengbis
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