“A pesar de la vuelta a una relativa normalidad observada en toda la zona de Tourou con respecto al problema de la seguridad, los alumnos de los pueblos envueltos en el conflicto con Boko Haram no han regresado a sus respectivos pueblos: han preferido quedarse en N’Drock que, para ellos, es un pueblo con mejores garantías de seguridad”. Antoine Bouba, coordinador de los proyectos de salud y educación en el extreme norte de Camerún, relata la realidad en el Nuevo año para las familias de los 600 alumnos de la escuela de N’ Drock con los que colaboramos en la region de Tourou.

Desde que en 2014 el grupo terrorista Boko Haram comenzó sus ataques en el norte de Camerún, cientos de escuelas e institutos cerraron sus puertas por la amenaza yihadista y casi 10.000 menores vieron interrumpidos sus estudios. La escuela de N´Drock, la única de su zona que no fue atacada y destruida y que originalmente tenía capacidad para unos 100 alumnos, acoge este 2017 a más de 600 alumnos. Una educación que no es posible si los alumnos no gozan de una alimentación adecuada.La gran mayoría de los estudiantes proceden de familias sin trabajo ni acceso a los alimentos. Por este motivo, cada alumno recibe al comienzo del día una ración de bouille, una papilla que supone un complemento alimentario que garantiza el acceso a los alimentos para los estudiantes de N’Drock. “Con este programa tienen desayuno y merienda antes de regresar a casa”, explica A.Bouba. Alimentación y educación que es apoyada tanto por los socios colaboradores de ZyL como por la población de N’drock, ya que como relata el asambleario, algunos comerciantes han prestado parte de capital que permita seguir suministrando víveres que permita dotar de una educación de calidad a los alumnos de N’Drock.

Una escuela que acoge a más del doble de su capacidad ya que es la única que permanece abierta en toda la región bajo la amenaza de la secta terrorista de Boko Haram. Por este motivo, uno de los objetivos de este 2017 será la ampliación de las dos aulas, que ya se encuentran en fase de construcción. “Si todo sigue como hasta ahora podrían tener las aulas listas para mayo de 2017, pero si hay financiación extra podrían adelantarse a febrero”. Será entonces, cuando la ampliación se lleve a cabo, cuando todos los libros recibidos ocupen las estanterías de la biblioteca. Actualmente ese espacio ha sido convertido en aula y no hay biblioteca ni sala de lectura. Una educación que no se para cambiando los lápices por balas. Gracias a los socios colaboradores los alumnos han recibido estas navidades más de 20 cajas llenas de cuadernos que ya esperan las manos de nuevos dueños para empezar a escribir una historia sin guerra por un futuro digno.

Las mujeres, protagonistas de la educación en 2017

Cinco mujeres serán las protagonistas de la educación en el extreme norte este 2017. Cinco becas para cursar sus estudios en la universidad ayudan a cinco estudiantes cuyas familias cuentan con recursos económicos muy bajos para su formación superior. Haoua Massardine y Roseline Razoua, de la Universidad de Maroua, estudian Física, y Marie Ange Lamta Prafe, del mismo centro, Ciencias Biológicas; Catherine Doulawa, de la Universidad de Douala, Electrotécnica; y Haoua Daouda, de la Universidad de Ngaoundere, Matemáticas e Informática. Además, cuatro alumnas de secundaria también disfrutarán de becas para sus estudios este 2017. Sin embargo, Antoine Bouba reconoce cinco necesidades que corre urgencia cubrir este Nuevo año: la continuidad del programa de nutrición bouille y las obras de ampliación, así como los salarios de profesores, cocineras y personal de mantenimiento, los gastos de gasolina para viajes de supervision y un automóvil para poder cubrir estos trayectos, ya que “el anterior no aguanta más viajes, sobre todo por carreteras defectuosas como las de Tourou y N’Drock”.