La pandemia está poniendo en peligro el futuro de muchos niños y niñas en Loreto, y con ello el futuro de la región. La metodología implantada por el gobierno para que los y las estudiantes sigan con sus estudios ha aumentado la brecha ya existente entre las regiones urbanas y rurales.

El sistema «Aprendo desde casa»

El Ministro de Educación del Perú, en la sesión de Rendición de cuentas tras los 100 días de la declaración de Emergencia, dijo que con el programa diseñado para evitar la interrupción del curso académico durante el estado de emergencia “Aprendo en Casa” habían logrado llegar al 95% de los hogares del Perú. La estrategia educativa se implementa a través de un programa de televisión, también adaptado y difundido por radio, que desarrolla el temario escolar de primaria y secundaria. Los alumnos deben descargarse las tareas a través de internet y son tutorizados periódicamente vía telefónica por los profesores de forma individualizada.

Frente al discurso pronunciado por el ministro, se encuentra la cruda realidad de un país fragmentado en regiones que presentan grandes desigualdades entre sí. Además, dentro de los propios distritos, los indicadores de desarrollo de las áreas urbanas no encuentran su reflejo en el mundo rural. En la gran mayoría de las comunidades ribereñas de Loreto no hay cobertura telefónica ni conexión a internet. En muchos pueblos no logran sintonizar la frecuencia de radio ni el canal de tv donde se emite el programa. 

Según el informe Loreto, ¿Cómo vamos en educación? (Estadística de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación) en el año 2017, Loreto contaba únicamente con un 14.4% de escuelas con acceso a internet a nivel primario, mientras que la media nacional cuenta con 38.4%, el área Metropolitana de Lima con el 80.8%.

«La región menos propicia para el desarrollo escolar«

De acuerdo a este mismo informe, el rezago educativo también comprende el acceso y la infraestructura, convirtiendo a Loreto “en la región menos propicia para el desarrollo escolar”. Según el Minedu, solo el 6% de colegios cuenta con los servicios básicos completos (luz, agua y alcantarillado), frente al 44,4% del promedio nacional.

Para los alumnos de estas comunidades, está siendo imposible seguir el curso escolar, aumentando la disparidad del nivel educativo en esta Región, aún más respecto al resto del País. Loreto registró el año 2018 las calificaciones más bajas en matemáticas y comprensión lectora de todo el Perú. Además, el país se sitúa a la cola de América Latina en cuanto a competencias educativas se refiere, ocupando el puesto 69 de los 74 países evaluados.

Según el informe de la Evaluación Censal de Estudiantes elaborado por la oficina de medición de calidad de los aprendizajes de la Dirección Regional de Educación, que evaluó a más de medio millón de estudiantes en Loreto en el año 2018 encontró que la media de estudiantes de 4º de primaria de Loreto que habían adquirido niveles satisfactorios en lógica matemática era de un 5,9%, descendiendo a un 1,6% en las áreas rurales frente al 30,7%. de la media nacional. Si miramos los niveles de comprensión lectora, la media de Loreto sitúa los alumnos que están preparados para enfrentar los retos del próximo curso en un un 11,0% disminuyendo al 2,8% si miramos únicamente el área rural frente a un 34,8% a nivel nacional. 

Las cifras evaluadas en 2º de secundaria, son aún más dramáticas. Un 1,9% de los alumnos de Loreto adquirió en 2018 las competencias esperadas por su nivel en lógica matemática, y un 4,1% en comprensión lectora frente a un 14,1% y un 16,2% respectivamente a nivel nacional. Cabe destacar, además que, en las áreas rurales de Loreto, la población de secundaria que se encuentra en un nivel “previo al inicio” en comprensión matemática es del 89,4% y de un 75,3% en comprensión lectora. 

Un reto aún mayor para las comunidades ribereñas

Desde hace 5 años animamos un programa de educación alternativa en las comunidades ribereñas de las cuencas de Pintoyacu – Chambira en Alto Nanay. La totalidad de los alumnos que terminan la primaria en la escuela de la comunidad y empiezan con nosotros la secundaria, no tienen el nivel de comprensión lectora suficiente para enfrentarse al texto más básico. Durante todos estos meses de pandemia, compartiendo la suerte de la mayoría de la población rural de escuelas incomunicadas y sin presencia ni contacto con un docente, las comunidades ribereñas han quedado, en la práctica, fuera de las propuestas educativas de estado para paliar la situación. 

Observando esta realidad cuando acompañamos a nuestros vecinos y vecinas, uno se pregunta de dónde habrán sacado las cifras en el Gobierno Central. Quizá ese 95% de los hogares del Perú que refería el ministro para congratularse del alcance del programa “Aprendo en Casa” corresponden más bien a las cifras de Lima, dejando de manifiesto, una vez más, a un Estado ensimismado en su centro que abandona las periferias a su suerte. Esta brecha que separa y condena a los territorios, de tan profunda, se ve cada vez más como un abismo. ¿Cuándo sentirá el Gobierno la urgencia de ponerse manos a la obra para rescatar a las periferias rurales y paliar este agravio comparativo estructural con el resto del País?