El 25 de abril se conmemoró el Día Mundial del Paludismo, enfermedad que también es conocida como malaria. Esta afección, que causó la muerte en 2015 a 400.000 personas en todo el mundo –según la OMS– supone en el África subsahariana una amenaza muy grave.

 

Test de malaria en Camerún

 

La malaria es la principal causa de muerte de mujeres embarazadas en Camerún,según Esther Tallah, una reputada pediatra y activista camerunesa, aunque no solo afecta a mujeres; esta enfermedad, provocada por la picadura de la hembra de un mosquito infectado el, produce altas fiebres y vómitos. También los niños sufren esta patología, de cada 10 fallecimientos infantiles ,4 son por debidos a la malaria.

La malaria afecta a los niños desde su nacimiento. Éstos poseen los anticuerpos transferidos por su madre durante el embarazo pero a los 2 años desaparecen y no comienzan a desarrollarlos hasta los 5 años de edad, por lo que esta etapa resulta crítica para la población infantil. No existe vacuna eficaz pero sí se puede prevenir y tratar. Si se hace en sus primeras fases, la enfermedad no reviste gravedad.

Las medidas que recomienda la OMS para evitar esta enfermedad son la pulverización de soluciones químicas que acaban con el mosquito que contagia la malaria y el suministro a mujeres embarazadas de fármacos antimalaria con carácter preventivo.

No obstante, debido a las dificultades de la zona –lluvias, malas carreteras o conflictos- estas medidas no pueden hacerse llegar a toda la población en riesgo. Especialmente para etnias más desfavorecidas como el pueblo pigmeo baka.

Una red para salvar vidas

Un gesto tan simple como dormir bajo una mosquitera puede reducir el riesgo de contagio. En la zona, no todo el mundo tiene acceso a ellas, por lo que se están llevando cabo entregas de mosquiteras a la población como medida de prevención, por parte del gobierno camerunés junto a las organizaciones que trabajan en el país.

Sensibilización contra la malaria en Camerún

 

Dentro de la grave situación ante la malaria que presenta el país, para el pueblo baka se intensifica puesto que ellos no tienen conocimientos ni herramientas para prevenir esta enfermedad. Aunque el Gobierno les facilita estas mosquiteras, ellos no le dan la importancia suficiente a su uso, por lo que el riesgo de contagio y propagación se mantiene. Tampoco tienen interiorizada la cultura de acudir a un dispensario cuando comienzan los síntomas de esta o de otras enfermedades.

Este problema se presenta en gran parte de países, puesto que no existe un censo real de los habitantes y aunque se disponga de los medicamentos necesarios para dar cobertura no se pueden hacer llegar a toda la población en riesgo.

Dar poder a la población local como medida de prevención

Desde Zerca y Lejos, la estrategia de lucha contra la enfermedad se enfoca hacia la educación del personal sanitario . En el departamento de Dja et Lobo, la zona donde principalmente tiene su centro de acción, han optado por dar formación en materia de prevención de esta enfermedad al personal auxiliar de los dispensarios médicos de la red católica.

Para ZyL, la apuesta es clara; la ayuda es empoderar y formar a la población local para que sea capaz de gestionar su propia salud, sin la intervención externa. Es la única manera de conseguir que la población baka, en una situación crítica de exclusión social respecto de las etnias mayoritarias en Camerún, goce de pleno derecho en la sociedad.

No obstante, el futuro se presenta esperanzador, en los últimos años las cifras de muerte se han reducido y aunque todavía queda mucho por hacer, se está yendo por el camino correcto.