Las tierras ancestrales de los bakas, al sudeste de Camerún, se han convertido en los últimos quince años en parques naturales o safaris de caza de empresas particulares. El pueblo pigmeo ha sido despojado, no sólo de sus hogares, sino también de sus derechos.

   

Las multinacionales han convertido a los pigmeos baka en criminales que actúan como cazadores furtivos y se han aliado con las patrullas guardabosques, que no dan tregua ante las continuas y brutales persecuciones hacia la población indígena. Esta complicada situación ha provocado que los bakas que cazan en el bosque para sobrevivir y alimentar a sus familias sean considerados furtivos por la legislación camerunesa. El pueblo baka soporta abusos y maltratos, mientras el verdadero problema de caza furtiva con fines comerciales, por parte de las multinacionales, sigue sin resolverse.

Los guardabosques y los soldados de las áreas al sudeste del país se dedican al arresto, extorsión, acoso y tortura de los pueblos indígenas, mientras el Gobierno mira hacia otro lado. Funcionarios del Gobierno de Camerún han asegurado a la plataforma digital Survival que la tortura no sólo es aceptable, sino necesaria en la lucha contra la caza furtiva.

Pero, lo cierto es que los bakas han cuidado de la tierra y desarrollado sus propios códigos para conservar la naturaleza desde tiempos históricos, como impedir la sobrecaza. La comunidad tiene un profundo conocimiento de los recursos y limitaciones que ofrece la selva y trabajan para mejorar su entorno, pues sobreviven gracias a él.

Obligados a abandonar sus hogares y considerados delincuentes, muchos hombres y mujeres bakas se han trasladado al borde de las carreteras, donde sus condiciones de salud son deplorables. La falta de alimentos y de recolección de plantas medicinales ha aumentado la tasa de enfermedades como la malaria o la malnutrición, sobre todo en la infancia.

Desde Zerca y Lejos trabajamos para que los derechos fundamentales de los baka se respeten, de modo que puedan vivir en la selva sin miedo a ser perseguidos, torturados o ejecutados. Tú también puedes cambiar la realidad pigmea, ¿te unes a nosotros?

Arrancaron nuestros frutos, cortaron nuestras ramas, quemaron nuestros troncos, pero no pudieron matar nuestras raíces (Popol Vuh).