¿Sabías que en el año 2050 habrá 200 millones de refugiados ambientales? Cada vez son más las personas que se ven obligadas a emigrar por causa del cambio climático o la destrucción del medio ambiente.
La crisis de refugiados que ha azotado Europa ha puesto en entredicho la capacidad de los Estados para acoger a millones de personas que huyen de la guerra, pero no todos aquellos que dejan sus hogares lo hacen por este motivo. Actualmente, existe un alto porcentaje de personas que se ven forzadas a desplazarse como consecuencia de la modificación de su hábitat. Pero, ¿qué es un refugiado ambiental? Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 1985, los refugiados ambientales son aquellos individuos que se han visto forzados a dejar su hábitat tradicional, de forma temporal o permanente, debido a un marcado trastorno ambiental, ya sea a causa de peligros naturales o provocados por la actividad humana, que pone en peligro su existencia y/o afecta seriamente su calidad de vida.
El continente africano alberga una población de unos 920.000 pigmeos, según un estudio publicado por la revista Plos One. Sus comunidades están en peligro de extinción debido a la deforestación y los desplazamientos forzosos. El bosque y la selva son los factores más importantes para los pigmeos, ya que definen su modelo de vida. Las comunidades se asientan en ellos y se dedican a la caza, pesca y recolección de frutos silvestres. La deforestación ejercida por parte de las compañías madereras supone un riesgo para las actividades agrícolas y los campamentos de la comunidad.
La comunidad pigmea: el caso de Camerún
El mayor problema que existe en Camerún respecto a este tema es que las empresas han conseguido una concesión por parte del Gobierno para talar árboles en zonas como la reserva de Dja, en la región de Dja et Lobo. El ECOFAC (Comunidad Económica de Estados de África Central), el programa de la Unión Europea para el establecimiento de una red de áreas protegidas en África, ha pasado a un segundo plano y ahora es el Ejecutivo del país el que concede los permisos. Pero la deforestación no sólo está poniendo en peligro la agricultura pigmea, sino también la caza, debido a que los animales huyen ante el ruido y la destrucción, y el acceso a plantas que se usan como remedios medicinales.
Naciones Unidas ha anunciado que el mayor número de desplazados ya no se produce – ni se producirá- por los conflictos armados. El 60% de los movimientos migratorios están causados por el cambio climático, los desastres naturales y la destrucción humana del medio ambiente. Zerca y Lejos es una de las pocas ONG que trabaja en la zona, principalmente por el desarrollo de la comunidad pigmea baka, ya que la gente que vive en la zona es de las más pobres del país. La deforestación, acompañada de las graves sequías que sufre el continente y la insostenible gestión empresarial, serán algunas de las causas que originen las migraciones de doscientos millones de personas para el año 2050.
Sin embargo, el concepto de refugiado ambiental o climático aún no está acuñado oficialmente por la comunidad internacional, ya que es muy difícil desligar los motivos ambientales de las migraciones de otros como los económicos. El reconocimiento internacional supone un paso adelante en el compromiso mundial con esta crisis humanitaria, ya que las medidas planteadas hasta la fecha son de lenta aplicación e insuficientes para afrontar este problema que está azotando a África.
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