El proyecto sobre centros preescolares comunitarios que presenta Zerca y Lejos pretende favorecer la educación de 0 a 6 años de la comunidad baka en el sur de Camerún.

 

Zerca y Lejos busca, con este proyecto, fomentar una educación transformadora e integradora para la población pigmea en edad preescolar tanto a nivel personal como social. Para ello pretendemos que los niños y sus familias adquieran hábitos de escolaridad, asegurar la escolarización de niños y niñas de menos de 6 años así como consolidar y formar un equipo docente baka.

La educación es un derecho básico. Es por eso que Zerca y Lejos se preocupa por la gestión y mantenimiento de los centros preescolares, la formación anual del personal docente, la dotación de material escolar y didáctico, las clases de esfuerzo y dota de un suplemento alimentario a los menores más vulnerables, con el fin de que estos niños y niñas cuenten con una nutrición mínima al día.

El objetivo que se persigue es brindar acceso a la educación de la población infantil de Djoum y Mintom, atendiendo especialmente a la población pigmea baka. Todo ello a través de la implantación y la gestión de una estructura educacional en la región de Dja y Lobo, que está compuesta por 21 centros preescolares comunitarios.

Los centros se ubican en los mismos pueblos pigmeos para favorecer su asistencia diaria a las clases y el seguimiento de los alumnos por parte del profesorado. Son “preescolares” porque están orientados a pequeños de tres a seis años para ser la base de su futura asistencia a la escuela primaria. Y son “comunitarios” porque creemos que el aula es un espacio de convivencia para educar a niños de distintas etnias en igualdad.

El método utilizado en estos centros es el método ORA (Observar, Reflexionar y Actuar). En este método, además de el aprendizaje del francés, como lengua oficial de Camerún, estudian su lengua natal con ejemplos prácticos del medio natural que les rodea. La formación está compuesta de tres asignaturas: lectura, escritura y cálculo, que conforman una base sólida para la educación primaria.

Este método refuerza la cultura y tradiciones baka. los profesores de estos centros, de la etnia pigmea, tienen la labor de incentivar y formar a los alumnos y alumnas en conocimientos tradicionales propios de su etnia.

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A pesar de la existencia de más de una veintena de centros, la educación de la región es defectuosa en varios aspectos: falta de fondos, absentismo laboral por parte del profesorado, falta de material pedagógico, y absentismo escolar del 33,8%, según el PNUD. La premisa que se sigue hasta ahora, desde la entidad, es de promoción de una educación de calidad en los centros educativos con los que se trabaja y motivar, tanto a padres como a niños, de la importancia de ir a la escuela.

La integración como objetivo

El trabajo con las poblaciones de pigmeos baka es un objetivo prioritario para nosotros debido a que su situación es especialmente dramática en comparación con la del resto de los habitantes y etnias. En el Gran Djoum hay un total de cuarenta y dos campamentos de pigmeos baka, asentados alrededor de unos treinta pueblos bantúes.

La población pigmea estimada en la región se acerca a las tres mil personas, de las cuales casi la tercera parte son niños. Estos habitan en campamentos distantes de las escuelas y sus padres no suelen tener recursos para afrontar los gastos mínimos de la escolarización, por lo que tienen una tasa de escolarización muy inferior al resto de la población. Ello responde también a la segregación racial que sufre este colectivo y a la dificultad para compatibilizar la asistencia a clase durante todo el curso escolar con la forma tradicional de vida seminómada. La consecuencia es el absentismo escolar, el analfabetismo y la imposibilidad de terminar los estudios primarios entre la población infantil baka del sur de Camerún.

Nuestras metas se dirigen a obtener más competencias para que los niños y niñas, entre 3 y 6 años, puedan acceder a la enseñanza básica, la adquisición de unos hábitos de escolarización por parte de los menores, y una educación sobre higiene y salud que mejore el estado psico-físico del alumnado.

La importancia de la nutrición

Entre los niños y niñas baka del sur de Camerún se da una importante prevalencia de malnutrición, asociada en muchos casos a una forma de vida y costumbres que perpetúan la situación. El hecho se agrava debido a la situación de marginalidad política que sufren estas etnias. Sin embargo, no cabe duda de la importancia de una buena nutrición en los primeros años de vida para lograr un correcto desarrollo físico e intelectual.

Tratando de asegurar el correcto crecimiento y rendimiento escolar de los niños y niñas de nuestros centros, estos reciben cada mañana un desayuno diario rico en proteínas, necesario en su dieta que les permite afrontar con energía cada día. Esta papilla que se reparte cada mañana, en muchas ocasiones logra un múltiple objetivo: reducir la malnutrición y mejorar el rendimiento de los alumnos y alumnas en el colegio.

En un estudio realizado en octubre de 2016 entre la población pigmea de entre 0 y 5 años se encontró un riesgo de malnutrición del 19,3% y un 7,3% de malnutrición aguda global. Datos, que, a pesar de tener que mejorar aún para lograr la erradicación total del hambre, se encuentran muy por encima del 33% de riesgo de malnutrición que nos encontrábamos antes de iniciar este proyecto en 2013.

Lee más sobre la importancia de la nutrición para la educación aquí.

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