Hissein Amazia, coordinador del proyecto de Odontología en Camerún
Es con la tinta de mi corazón que la punta de mi pluma se moja este día para ti, hombre o mujer, ciudadano(a) del mundo, Tú que con tus actos transformas toda la tierra en un solo país grande y hermoso, Nacionalista un día, convertido en apátrida para el resto de los días, convertido en patriota de las patrias oprimidas. Tú que has decidido romper con la monotonía contemporánea para caminar con la injusticia, Reconstruyendo detrás de ella lo que ha destruido a grandes pasos cada día. Tú que, movido por un sentimiento bello, noble y puede que incluso curioso, has desafiado el miedo a lo desconocido para no seguir más que las reglas del amor y del compartir. Contra las costumbres mundanas opones cotidianamente tu mensaje de libertad universal, con mucha paciencia, sin duda. Debo rendirte homenaje por esta elección de vida, por las lágrimas y las penas que tu sonrisa alivia también en Ruanda Por la sed y el hambre que, gracias a ti, miles de personas consiguen combatir al día, en el día de Colombia, en Sudán Por la adolescencia perdida que devuelves a estos niños convertidos en soldados prematuramente en Sierra Leona, en Irak, y en las favelas brasileñas, Por la salud que tus regalos han dado a las familias centroafricanas y libanesas, También te rindo homenaje por la lucha que combates contra la humanidad quitada a las mujeres que sufrieron la ablación en Gambia, Mauritania y Nigeria, Por nuestros hermanos de Chechenia en Etiopía a quienes les habrás enseñado a escribir y que no se acuerdan siquiera de cómo se escribe tu nombre y tampoco se acuerdan de ti, Por la posibilidad de existir simplemente que tú das a los pueblos Baka, Hides y Bororo del África Central, a los indígenas de América Latina y a los intocables de la India. Pero te rindo homenaje sobre todo por el combate, consciente o no, silencioso que llevas en algún lugar de este mundo, a escondidas de cualquier mirada, todos los días y sin reconocimiento alguno, para que la manera más básica de una igualdad moral pueda existir entre las diferencias humanas. Soy de los que nunca han recorrido el mundo pero que, a través de tus ojos han podido ver las maravillosas montañas de Andalucía, mediante tu piel han podido sentir escalofríos bajo el invierno del Este y, por medio de tu corazón tienen una familia que se extiende por todos los continentes. Y tus viajes nos hacen soñar y estos sueños, tienes que saberlo sin lugar a duda, contribuyen a endulzar las existencias hostigadas por una injusticia tan tenaz que es en sí misma incomprensible hasta el final. Y si esta injusticia nació con el ser humano, entonces tú también, puede que a veces, y a pesar de todo, seas un poco injusto según las situaciones Pero cómo culparte cuando está claro que la muerte, la parcialidad y el error son para siempre humanos. También el amor nació de la humanidad, por tanto, se irá sólo contigo, a menos que no sigas dándolo tanto como puedas a tu alrededor. Y si todo exceso hace daño, yo soy partidario de los que, firmemente, y a la vez con ingenuidad, creen que sólo el exceso de amor será igual de fuerte que la injusticia de este bajo mundo. Por un lado, la cercanía de ayer que mantenías con el sistema es tu arma para combatir desde el interior. Por otro lado, la distancia que os ha separado debe de seguir siendo tu motivación para una búsqueda perpetua de saber y de conocimiento, prerrequisito indispensable de tu periplo. Yo sé que a veces dudas y estás cansado. A veces tienes la sensación de que nadie sabe las lágrimas que viertes en secreto a expensas de tu ser, Que la miseria del mundo asfixia tus ganas y tus deseos humanos, legítimos sin embargo… Que no tienes derecho a descansar puesto que la injusticia misma no descansa … Que el recuerdo de amigos perdidos se vuelve cada vez más recurrente Pero mira, esta pelea es única. Es como el cielo, es sin límite… A veces azul, a veces gris, a veces bonita como el arco iris y a veces tempestuosa pero definitivamente, sin límite… Es una lucha de siglos, puede que incluso milenios… y es una lucha a la que se unen cada vez personas más jóvenes, lenta pero seguramente. Y cuando estés triste, por favor cierra los ojos y piensa en esos momentos que has podido compartir. Piensa en todos los que has podido ayudar un día y acuérdate de la mirada profunda de agradecimiento que han conseguido expresar hacia ti… Jamás podrán reemplazar lo que abandonas por ellos, pero te querrán, porque el mundo les habrá quitado todo, pero les quedarán sus corazones para estar conectados para siempre al tuyo. Pero piensa también en los momentos difíciles por los que has pasado y recuerda también lo fuerte que has salido de esas experiencias… ¡Cae! pero vuelve a levantarte ¡Llora! pero no dejes de seguir avanzando ¡Cánsate! ¡Descansa!, pero no abandones nunca. ¡Duda! pero elige de todos modos. Haz todas estas cosas porque miles de sonrisas dependen de eso, Hazlo porque muchas vidas se ven influenciadas por tu motivación, Hazlo porque tu valor y tu abnegación inspiran admiración y respeto más allá de lo que te puedas imaginar, Hazlo simplemente porque nosotros somos el mundo y ¡te necesitamos! Y ¿por qué te estoy diciendo yo lo que tú ya sabes? ¿Por qué te estoy recordando las razones que te han llevado a tomar este camino? ¿Por qué te estoy pidiendo que sigas soñando junto a mí con un mundo verdaderamente justo? Puede que sea porque soy parte de los que te necesitan, te quieren y que tienen miedo de perder lo que tu vida ha aportado a la suya… ¿Quién sabe? Pero bueno, hermano mío, hermana mía, amigo, en el fondo escribía esta carta para decirte que, aunque tu lucha acabe hoy, tus obras vivirán eternamente. En nombre de todos los que tu bondad ha tocado en el mundo, y en nombre de la dignidad humana, te digo simplementeGRACIAS POR TODO.
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